BOLOGNA, BRISIGHELLA y RAVENNA
BOLOGNA, BRISIGHELLA y RAVENNA
BOLOGNA, BRISIGHELLA y RAVENNA

Un recorrido que combina algunos de los elementos característicos de Emilia-Romagna: la gran ciudad de Bologna situada en el centro de la región, la fascinante Rávena con vistas al mar y Brisighella, situada en las colinas cercanas.

Día 1

Llegada a Bologna y traslado al Hotel 3/4*.

Almuerzo en restaurante típico del casco antiguo para probar los gustosos sabores de esta región.

Visita guiada de los monumentos más importantes de la ciudad. Desde la vasta Piazza Maggiore, el corazón de Bologna, ustedes podran admirar algunos de los maravillosos edificios que se asoman a la plaza: Palazzo d’Accursio (sede del Ayuntamiento) y la Basilica de San Petronio, que acoge el reloj de sol más grande del mundo (67 metros). A la vuelta de la esquina, hay la Fuente del Neptuno, uno de los símbolos de la ciudad. Enfrente, Palacio Re Enzo oculta el Voltone del Podestà, que representa uno de los así llamados “7 secretos de Bologna”.

Cena y alojamiento.

Día 2

Desayuno en el Hotel.

Traslado a Brisighella, donde comenzará el recorrido para descubrir este pueblo encantador inmerso en un paisaje natural aún no contaminado.

Degustación de aceite típico: diferentes tipos de aceite de oliva servidos con algunos de los quesos tradicionales de la zona, mermeladas, miel y vinos locales. Entre octubre y noviembre es posible visitar el molino de aceite en función.

Después de un paseo por las calles del centro medieval, la visita continuará a Ravenna.

Almuerzo en un restaurante típico del centro.

Al final, visita guiada a la Tumba de Dante Alighieri y algunos de los extraordinarios monumentos bizantinos construidos en Rávena entre los siglos V y VI, incluidos por la UNESCO en la lista de sitios del Patrimonio Mundial. ¡Déjense sorprender por el oro de los espléndidos mosaicos bizantinos que llenarán sus ojos de luz!

Cena y alojamiento.

Día 3

Desayuno en el Hotel.

Visita guiada al Santuario de la Virgen de San Luca en Bologna. Ubicado en la cima de una verde colina, se considera un punto de referencia para cada boloñés que regresa a casa y es un símbolo de la ciudad misma. Se puede llegar en automóvil o paseando por los 3.8 km de pórtico, y sus 666 arcos, construidos para proteger el ícono de la Virgen de San Luca mientras se transportaba en procesión a la cima de la colina.

Almuerzo en restaurante típico.

Traslado hasta el aeropuerto o la estación de trenes.

Fin de los servicios.